El vigor inherente de la naturaleza y el vínculo que el hombre establece con su entorno natural son dos hilos que se tensan en esta obra. Tomando como escenario el mundo recreado en el Museo de Historia Natural, Ilán Rabchinskey realiza retratos de taxidermias y fotografías de los dioramas sobre ambientes naturales. La perspectiva del fotógrafo nos sitúa en una paradoja, pues, en la búsqueda fidedigna sobre la esencia del mundo, se descubre que el vínculo humano con lo que lo rodea es un artificio. En este cruce de caminos entre realidad y representación, se sitúa Mario Bellatin, quien, por la ficción, brinda un espacio para reencontrar una conexión con la naturaleza.
Mario Bellatin.
Ilán Rabchinkey.